
La «Compostela» es el certificado oficial otorgado a los peregrinos que completan el Camino de Santiago. Tradicionalmente, se requería recorrer al menos los últimos 100 kilómetros a pie o a caballo, o 200 kilómetros en bicicleta. Los puntos de partida populares incluían lugares como Sarria o Tui, lo que a menudo llevaba a caminos saturados.
Actualmente, se aplican las siguientes condiciones para obtener la «Compostela»:
- A pie o a caballo: Se deben recorrer al menos 100 kilómetros en una de las rutas oficialmente reconocidas.
- En bicicleta: Se deben completar al menos 200 kilómetros en una de las rutas aprobadas.
- En velero: Tras cubrir al menos 100 millas náuticas, el resto del camino desde el puerto de llegada debe completarse a pie, con los sellos correspondientes en la credencial del peregrino para documentar el trayecto.
- Para peregrinos en silla de ruedas: Se recomienda contactar directamente con la Oficina Internacional del Peregrino para discutir los requisitos específicos.
Es esencial que la credencial del peregrino contenga al menos dos sellos por día, fechados y que confirmen el trayecto. Además, la peregrinación debe realizarse con una motivación cristiana, ya sea por devoción, por un voto o por piedad («devotionis affectu, voti vel pietatis causa»).
Estas normas actualizadas buscan garantizar que la «Compostela» siga estando reservada para quienes emprenden el Camino con una intención espiritual o religiosa. Al mismo tiempo, ayudan a aliviar la saturación en las rutas de peregrinación y a preservar una experiencia auténtica de peregrinación.
Para más detalles y directrices específicas, visite la página web oficial de la Catedral de Santiago de Compostela: https://oficinadelperegrino.com/peregrinacion/la-compostela/