

Un nuevo día de etapa – Inicio y ambiente
Una vez más resuenan las campanas de Los Arcos cuando, de madrugada, atraviesas el Portal de Castilla y dejas atrás la pequeña ciudad. Los caminos se abren, la tierra se extiende amplia ante ti, y sabes: hoy será un día largo. Casi 28 kilómetros hay que recorrer – la primera etapa verdaderamente extensa del Camino Francés. Pero el esfuerzo se verá generosamente recompensado: con pueblos medievales, amplias vistas y finalmente la llegada a Logroño, la capital de La Rioja, donde esperan a los peregrinos el vino y las tapas.
Recorrido y perfil de altura
- Distancia: 28 km
- Desnivel: +500 m / –560 m
- Dificultad: fácil–media
La etapa no está marcada por pendientes extremas, sino por su longitud y por un continuo subir y bajar sobre terrenos variados. Especialmente entre Torres del Río y Viana, las subidas y bajadas requieren paciencia.
Descripción del camino – con todos los sentidos
El Camino te conduce fuera de Los Arcos, pasando por la capilla de San Lázaro, entre campos y suaves colinas. El sendero asciende ligeramente, sigue la carretera, y luego vuelve a desviarse por caminos. Pronto alcanzas Sansol, un pueblo tranquilo que se alza como un vigía sobre la llanura.
Unos pocos pasos más adelante se encuentra Torres del Río. Un pueblo pequeño pero famoso, cuya iglesia del Santo Sepulcro es única en el Camino: un edificio octogonal del siglo XII, inspirado por los templarios, misterioso, de aspecto casi oriental. Se dice que las torres adosadas servían antaño a los peregrinos como faros que les marcaban el camino. Un lugar que irradia un aura silenciosa, casi mística.
Detrás de Torres del Río comienza el tramo más exigente: constantes subidas y bajadas, senderos de grava, adoquines y tierra. El Camino sigue la antigua carretera nacional, cruzándola una y otra vez, y regala pequeños momentos de descanso: una capilla, una fuente, un lugar de sombra. Especialmente la Ermita de la Virgen del Poyo marca una de estas pausas, sencilla y sin embargo llena de historia.
Con cada kilómetro sientes cómo vas dejando atrás Navarra. Finalmente, el camino se abre hacia Viana, la última gran ciudad navarra. Un lugar lleno de historia: aquí descansa César Borgia, célebre y controvertido condotiero y eclesiástico del Renacimiento. La iglesia gótica de Santa María se alza imponente sobre la plaza, y las ruinas del antiguo monasterio de San Pedro hablan de caducidad. Viana invita a hacer una pausa: cafés, bares, plazas – y la sensación de estar en un umbral histórico.
Desde Viana restan aún casi diez kilómetros. El camino atraviesa campos, pasa por la Ermita de la Virgen de Cuevas, entre pequeños bosques y paisajes abiertos. Entonces alcanzas la frontera: el Ebro marca la transición a La Rioja. Por el viejo puente de piedra, construido en el siglo XI y renovado varias veces, entras en la región vinícola, ligada al Camino como ninguna otra.

Llegada a Logroño – la capital de La Rioja
Al cruzar el Ebro dejas Navarra y entras en un nuevo mundo: La Rioja. El puente de piedra, cuyos orígenes se remontan al siglo XI, te conduce directamente al corazón de Logroño. Logroño te recibe vivo, con parques, plazas, iglesias y sobre todo con la famosa Calle Laurel, donde las tapas y los vinos riojanos convierten la noche en una fiesta. Ya al entrar percibes la vitalidad de esta ciudad, que con casi 150.000 habitantes se cuenta entre las grandes etapas urbanas del Camino.
El casco antiguo está lleno de iglesias y monumentos que narran el profundo legado jacobeo: la Concatedral de Santa María de la Redonda con sus torres gemelas, la iglesia de San Bartolomé con uno de los portales góticos más bellos del norte, y la iglesia de Santiago el Real, consagrada al propio apóstol. Quien entiende el Camino no solo como ruta sino como un continuum espiritual, encontrará aquí lugares marcados por siglos de peregrinos.
Pero Logroño es más que sus iglesias. Es también la capital de los vinos riojanos – y se percibe en cada calle. Especialmente la legendaria Calle Laurel y la vecina Calle San Juan son una fiesta para el peregrino: aquí se alinean bares de tapas, cada uno con sus especialidades – desde patatas a la riojana hasta chuletillas de cordero o platos de pescado, acompañados de los célebres vinos tintos de la región. Para muchos peregrinos, la velada en la Calle Laurel es uno de los grandes momentos gastronómicos de todo el Camino.
Además, Logroño es una ciudad que ofrece al peregrino la oportunidad de descansar y reponer fuerzas. Ya sea un paseo por los parques a orillas del Ebro, una visita a alguno de sus museos o simplemente la posibilidad de reabastecerse y lavar la ropa – la ciudad combina el ritmo de una capital moderna con el alma de un lugar de peregrinación ancestral.
Pueblos intermedios y particularidades
Lugar | Distancia desde Los Arcos | Particularidad |
Sansol | aprox. 7 km | Pueblo tranquilo, pequeños servicios |
Torres del Río | aprox. 7,8 km | Iglesia del Santo Sepulcro, arquitectura templaria |
Ermita Virgen del Poyo | aprox. 13 km | Ermita sencilla en lo alto |
Viana | aprox. 19 km | Última ciudad de Navarra, tumba de César Borgia, iglesia gótica |
Frontera Navarra/La Rioja | aprox. 27 km | Cruce del Ebro, entrada en La Rioja |
Logroño | 28 km | Capital de La Rioja, tapas y vino en la Calle Laurel |

Comida, alojamiento y servicios
- Sansol / Torres del Río: pequeños albergues, bares, servicios básicos.
- Viana: varios albergues, bares, restaurantes, supermercados – último gran punto de servicios antes de Logroño.
- Logroño: gran variedad de alojamientos, desde albergues sencillos hasta hostales y hoteles modernos. Una ocasión perfecta para reponer material y disfrutar de la gastronomía.
Lo especial de hoy
Esta etapa marca un umbral: dejas Navarra, tierra de montes y campos, y entras en La Rioja, tierra de vino. En el camino descubres la misteriosa arquitectura templaria de Torres del Río, la historia de Viana y la fuerza del Ebro como río fronterizo. Es un día que exige resistencia y constancia – y que te recompensa con un destino inolvidable.

Reflexión al final de la etapa
Hoy has caminado casi 28 kilómetros – tu primera gran etapa. Has atravesado pequeños pueblos, colinas y campos, has vivido historia y arquitectura, has encontrado una frontera. Y ahora estás en Logroño, donde el Camino te recibe con vino, tapas y vitalidad. Un día que te deja cansado, pero lleno de impresiones.
📊 Resumen en tabla
Etapa | Inicio | Fin | Distancia | Desnivel | Dificultad | Pueblos intermedios |
7 | Los Arcos | Logroño | 28 km | +500 m / –560 m | fácil–media | Sansol, Torres del Río, Ermita del Poyo, Viana |
🌌 Camino de las estrellas – Etapa 7
Los Arcos → Sansol → Torres del Río → Ermita Virgen del Poyo → Viana → Ebro → Logroño
Llamada a la acción