
Un nuevo día de etapa – Inicio y ambiente
La neblina matinal aún cubre las verdes colinas de Galicia cuando dejas atrás Arzúa. La ciudad, conocida por su queso y como la última gran parada antes de Santiago, queda atrás. Delante se abre una etapa larga pero tranquila – 34 kilómetros que te acercan paso a paso al ansiado destino: el Monte do Gozo, el “Monte de la Alegría”.
La atmósfera es única – una mezcla de cansancio, expectación y profunda calma interior. Con cada paso crece la tensión: pronto verás por primera vez las torres de la catedral de Santiago. El camino atraviesa bosques, pequeñas aldeas y carreteras rurales silenciosas – una transición marcada menos por el esplendor exterior que por la expectativa interior.
Trayecto y perfil de altura
- Distancia: aprox. 34,1 km
- Desnivel: +430 m / –460 m
- Dificultad: Media a alta – no por fuertes pendientes, sino por la longitud
- Particularidades: Muchos pequeños núcleos, repetidos cruces de la N-547, carácter mental por la extensión de la etapa
La etapa exige menos fuerza muscular que resistencia. Quienes la recorren de un tirón sienten el esfuerzo sobre todo en los últimos kilómetros. Muchos peregrinos dividen el trayecto y pernoctan en Santa Irene o en O Pedrouzo – pero quienes buscan el gran momento deciden dormir en el Monte do Gozo.











Variantes y pequeños desvíos
La ruta clásica conduce de Arzúa directamente por O Pedrouzo hasta el Monte do Gozo.
- Variante O Pedrouzo: Muchos peregrinos terminan aquí la etapa (aprox. 20 km), para caminar al día siguiente con calma hacia Santiago. Ventaja: ritmo más relajado, tiempo para la misa del peregrino.
- Variante Santa Irene: Quien desee evitar el bullicio de Pedrouzo encuentra aquí tranquilidad y pequeños albergues.
- Recomendación: Quien tenga fuerzas vivirá una experiencia inolvidable pasando la última noche antes de Santiago en el Monte do Gozo.
Descripción del camino – con todos los sentidos
Sales de Arzúa en ligero descenso, los adoquines aún brillan húmedos por el rocío matinal. En la Fuente de los Franceses el agua murmura suavemente – un saludo histórico a los peregrinos de otros tiempos.
Pronto llegas a As Barrosas – el nombre lo dice: un tramo pantanoso donde, tras la lluvia, cada paso se convierte en una prueba de paciencia. La pequeña capilla de San Lázaro y un monumento al sacerdote Ramón Pazos Seaje cuentan historias de la región.
Por O Raido y Preguntoño, donde se alza la pequeña ermita de San Paio, caminas entre bosques y campos. Poco después un túnel te guía con seguridad bajo la carretera nacional – el murmullo de los coches acompaña el ritmo de tus pasos.
El sendero fluye suavemente hasta Bebedeiro-Burres, donde una antigua taberna ofrece desde hace generaciones descanso a los peregrinos. Desde aquí comienza el municipio de O Pino – el último concello antes de Santiago. El paisaje sigue siendo familiar: eucaliptales, granjas dispersas, pequeñas capillas aquí y allá.
En Salceda el Camino late al borde de la N-547. Una pequeña placa recuerda a Guillermo Watt, un peregrino que perdió aquí la vida – un momento sobrio de silencio. El camino continúa por O Xen y Ras hasta A Brea, donde bares y pequeñas pensiones dan la bienvenida.
Un tramo de bosque conduce a la capilla de Santa Irene – un lugar tranquilo para detenerse. Más allá, el sendero atraviesa eucaliptales hasta A Rúa. El nombre revela su forma: una sola calle con una pequeña oficina de turismo. Poco después alcanzas el bullicioso O Pedrouzo, capital de O Pino.
Tras Pedrouzo entras en el último gran robledal, pasando el río Brandelos hasta Amenal. Aquí comienza la subida más dura del día: un ascenso sombreado de dos kilómetros hasta Cimadevila, antes de que aparezca la vista del aeropuerto de Santiago. Un contraste moderno, pero caminando junto a la valla sientes: la ciudad está cerca.
Por San Paio, pasando la iglesia de San Pelayo, llegas a Lavacolla – un lugar lleno de tradición. En su río se lavaban antaño los peregrinos para entrar puros en Santiago. El Códice Calixtino lo describe con detalle.
Una última subida te lleva a Vilamaior y luego a San Marcos, donde una pequeña capilla y restaurantes ofrecen fuerza a los peregrinos. Desde aquí son solo unos pasos más – y ya estás en el Monte do Gozo.
Pueblos intermedios y particularidades
Pueblo | Distancia desde Arzúa | Particularidad | Consejo |
As Barrosas | 2 km | Capilla de San Lázaro, monumento a Moncho | Breve parada para una foto |
Salceda | 10 km | Servicios en la N-547, monumento al peregrino | Pausa para beber, precaución al cruzar |
Santa Irene | 19 km | Capilla de Santa Irene, lugar tranquilo | Ideal para pernoctar en calma |
O Pedrouzo | 20 km | Última gran localidad antes de Santiago | Todos los servicios, muchos albergues |
Amenal | 23 km | Inicio de la última subida | Reponer agua y fuerzas |
Lavacolla | 30 km | Ritual de purificación en el río, significado histórico | Breve momento de reflexión |
San Marcos | 33 km | Capilla, restaurantes, vistas | Última pausa antes del Monte do Gozo |
Monte do Gozo | 34 km | Primera vista de la catedral, monumento al peregrino | Pernoctar y anticipar la llegada |
Consejos de equipaje y compras
- Agua: Al menos 2 litros – especialmente para el largo tramo hasta Amenal.
- Comida: Pan, queso de Arzúa, fruta – provisiones ligeras para la longitud del recorrido.
- Ropa: Impermeable (lluvias frecuentes en Galicia), bastones para subidas y bajadas.
- Consejo especial: Lleva una toalla pequeña – quizá quieras recrear simbólicamente el ritual de Lavacolla.
Comida, alojamiento y servicios
- Arzúa: Amplia oferta de albergues y hoteles.
- Santa Irene: Pequeños albergues tranquilos.
- O Pedrouzo: Numerosos alojamientos (más de 15 albergues, muchas pensiones).
- Lavacolla: Varios hoteles y albergues de peregrinos.
- Monte do Gozo: Complejo monumental de peregrinos (más de 1.000 plazas), albergues privados, restaurantes.
La estancia en el Monte do Gozo es especial: sensación de comunidad, cercanía a Santiago y la expectación del último día.
Lo especial de hoy
Lavacolla es uno de los lugares míticos del Camino. Durante siglos los peregrinos se lavaban en su río para entrar puros y dignos en Santiago. El Códice Calixtino lo describe con detalle – un rito que preparaba cuerpo y alma para la meta.
En el Monte do Gozo, otro sentimiento te invade: alegría, asombro, lágrimas. Aquí los peregrinos veían por primera vez las torres de la catedral. Un monumento recuerda la visita del Papa Juan Pablo II en 1989, cuando dirigió un gran encuentro juvenil.
Más allá de los monumentos, queda sobre todo la emoción: la primera visión de la catedral, la certeza de haber llegado. Ese momento es el mismo desde hace siglos – rey, campesino, peregrino o caminante moderno: aquí ríe el corazón.
Reflexión al final de la etapa
Hoy completaste la etapa más larga y la última gran jornada. Entre cansancio y alegría surge ahora la sensación de estar casi en la meta. ¿Qué quedará más grabado en tu memoria – las aguas de Lavacolla que limpiaron tus pensamientos, o la vista desde el Monte do Gozo que hizo latir tu corazón con fuerza?
📊 Resumen en tabla
Etapa | Inicio | Final | Distancia | Desnivel +/– | Dificultad | Pueblos clave |
32 | Arzúa | Monte do Gozo | 34,1 km | +430 / –460 | Media-alta (por la longitud) | As Barrosas, Salceda, Santa Irene, O Pedrouzo, Amenal, Lavacolla, San Marcos |
🌌 Camino de las Estrellas – Etapa 32
Arzúa → As Barrosas → Preguntoño → Salceda → A Brea → Santa Irene → A Rúa → O Pedrouzo → Amenal → Cimadevila → San Paio → Lavacolla → Vilamaior → San Marcos → Monte do Gozo
¿Te lavaste en Lavacolla, pasaste la noche en el Monte do Gozo o seguiste directamente hasta Santiago? Comparte tus experiencias – tu camino da vida al Camino.