
Un nuevo día de etapa – Comienzo y ambiente
La mañana en Hornillos del Camino comienza de manera sencilla. Un parpadeo de los ojos de los peregrinos, pasos amortiguados por la calle silenciosa del pueblo, los tejados rojos que arden en el sol de la mañana. Desde aquí el Camino te libera de nuevo hacia la inmensidad interminable de la Meseta, pero hoy con la promesa de que esta inmensidad no te dará solo vacío, sino conexión – con la tierra, con el viento, con tu propio paso.
Al salir del pueblo, pronto te encuentras solo en un camino de grava. Ninguna sombra, ningún canto de pájaro – solo tu respiración, tu latido y el horizonte infinito. Sin embargo, este vacío árido está al mismo tiempo lleno de vida: abre un espacio para pensamientos, recuerdos, para lo que de verdad cuenta en el Camino.
Ruta y perfil de altitud
Distancia: aprox. 22 km (según la fuente y la medición GPS 21–23 km)
Desnivel: +200 m / –200 m
Dificultad: fácil–media – una etapa más bien relajante, que ofrece a los peregrinos después de Burgos un descanso, pero que en comparación con la etapa siguiente parece inofensiva.
El camino es en gran parte llano, pero ligeras subidas y pequeñas bajadas estructuran la amplitud. Después de Rabé de las Calzadas y especialmente antes de San Antón el terreno se eleva suavemente, sin llegar a ser exigente. Precisamente estas suaves ondulaciones dan reposo a la vista en la llanura interminable. Y recuerdan que la Meseta no es completamente plana, sino un paisaje con su propio ritmo sutil.
Variantes y pequeños desvíos
Un pequeño desvío cerca de San Bol invita a una pausa tranquila, medio secreta – una fuente, unos muros, un lugar tan silencioso y puro que apenas podrías describirlo.
Quien lo desee puede atreverse a una prolongación – pasando por Hontanas, un pueblo lleno de fuentes, historia y corazón peregrino. Pero el camino directo conduce más allá, directamente hacia la grandeza medieval de Castrojeriz.












Descripción del camino – con todos los sentidos
Sales, hacia la amplitud, allí donde el campo sostiene tus pasos. Ninguna sombra, ningún pueblo – solo el paisaje puro. El cielo parece inclinarse más bajo, la tierra centellea bajo el sol, y empiezas a intuir por qué la Meseta marca tan profundamente a los peregrinos.
Tras algunos kilómetros aparece a la derecha la señal hacia San Bol. Un desvío discreto – y quien lo elige se adentrará en otro tipo de silencio. Un lugar tan apartado que de repente sientes estar a solas con el tiempo mismo.
De regreso a la senda principal, tus pasos te llevan finalmente a Hontanas. Un breve despertar del mundo, cuando de pronto emergen edificios en la llanura: manantiales que brotan, una calle del pueblo, casas de piedra clara. Aquí puedes recargar – con agua, pan y comunidad, con conversaciones y sonrisas.
El Camino te conduce luego más allá, casi imperceptiblemente, hacia arriba sobre el páramo, el borde de la siguiente llanura. Una ligera subida, que despierta los músculos sin exigirte demasiado. Arriba, la amplitud te recompensa, antes de que el camino descienda de nuevo suavemente – un recordatorio silencioso de que tampoco la Meseta es completamente uniforme.
Y entonces, desde el aire vibrante en la colina, aparece el Monasterio de San Antón – ruinas cuyos arcos atraviesas, y de repente la historia resuena con tu respiración.
Tras los muros comienza el descenso hacia el valle de Castrojeriz. Pronto ves la ciudad extendida en la ladera, sus casas como una cinta a lo largo de la carretera que te lleva directamente al corazón de la historia. En lo alto se alza la ruina del Castillo de Castrojeriz, una fortaleza del siglo IX que todavía vigila el lugar. Quien se atreva con la corta subida será recompensado con una amplia vista sobre la Meseta – uno de esos momentos en que historia y paisaje se funden en uno.
Pueblos intermedios y particularidades
Lugar | Distancia desde Hornillos | Particularidad | Consejo |
San Bol (desvío) | aprox. 5 km | Fuente escondida, retiro silencioso – una pausa fuera del tiempo | |
Hontanas | aprox. 10 km | Pueblo con fuentes, iglesia, antiguo hospital de peregrinos, animada pausa de etapa | Reponer, descansar, comunidad |
Ruinas del Monasterio de San Antón | aprox. 15 km | Camino a través de ruinas con símbolos Tau – lugar histórico de fuerza | Detenerse, sentir la historia |
Castrojeriz | 22 km | Final de etapa con colegiata, iglesias, ruinas del Castillo | Asegurar albergue, explorar |
Consejos de equipaje y compras
El agua es tu compañera más preciosa – el sol se eleva pronto, la sombra es rara. Sombrero, protector solar, al menos dos litros de agua son imprescindibles, especialmente en el calor veraniego de la Meseta. Y también en primavera el sol engaña a menudo – ven preparado.
La comida en Hontanas puede ser sencilla, pero significativa – un pan, un café en el pueblo, y vuelves a estar recargado.
Comida, alojamiento y suministro
En Castrojeriz encontrarás todo lo que un peregrino necesita después de tanto silencio: albergues, bares, tiendas, iglesias – y la Colegiata de Santa María del Manzano, que no es solo un edificio, sino un corazón que late desde la Edad Media.
Y en lo alto del pueblo descansa el complejo del castillo, cuyas ruinas se pueden visitar. Desde aquí se abre un panorama que muestra aún con más claridad la dimensión de la Meseta y dirige tu mirada hacia el camino que viene – hacia aquella primera subida pronunciada justo detrás de Castrojeriz, que te espera al día siguiente.
Lo especial de hoy
San Antón – ruinas del monasterio y albergue donativo
Poco antes de llegar a Castrojeriz, el Camino te lleva a través de un arco de piedra que parece una puerta entre el cielo y la tierra: las ruinas del antiguo Monasterio de San Antón. En otro tiempo perteneció a la Orden de los Antonianos, dedicada especialmente a la curación de los enfermos – aquellos que padecían el “Fuego de San Antonio”, una enfermedad causada por el cornezuelo del centeno. Bajo estos arcos ya caminaban los peregrinos en la Edad Media, en busca de alivio, curación y un lugar de descanso.
Hoy las ruinas son más que un monumento: albergan un pequeño y sencillo albergue donativo, dirigido en el espíritu de la antigua hospitalidad. No hay reserva, no hay precio – solo la oferta de entrar, descansar y vivir la comunidad en el ritmo de los viejos muros. Apenas hay electricidad, tampoco cobertura móvil, y por la noche se extiende una oscuridad tan completa que las estrellas mismas parecen arder como velas sobre los muros.
Precisamente esta sencillez hace que San Antón sea tan especial. Muchos peregrinos experimentan la noche aquí como uno de los momentos más intensos de todo el Camino: el silencio total tras la ciudad animada de Burgos, la mirada al cielo estrellado sin contaminación lumínica, la conciencia de dormir en un lugar que durante siglos ha ofrecido refugio a los peregrinos.
Quien no solo quiera caminar el Camino, sino también vivirlo en su profundidad espiritual, debería considerar esta parada. San Antón es menos un albergue que una experiencia – un puente entre historia y presente, entre cielo y tierra, entre peregrino y estrellas.
Reflexión al final de la etapa
Cuando en Castrojeriz levantas la cabeza y, contemplando las casas en la ladera, miras hacia atrás sobre la llanura, te das cuenta: el Camino no es a veces un descenso impresionante, sino una suave llegada a tu propio ritmo. Hoy no fue un día lleno de cumbres, sino un día de profundo conocimiento – y quizá también un regalo de calma, antes de que llegue la próxima mañana, cuando justo detrás de Castrojeriz te espera la primera subida empinada.
📊 Resumen en tabla
Etapa | Inicio | Meta | Distancia | Desnivel | Dificultad | Pueblos intermedios |
14 | Hornillos del Camino | Castrojeriz | aprox. 22 km | +200 m / –200 m | fácil–media | San Bol (desvío), Hontanas, San Antón, Castrojeriz |
🌌 Camino de las estrellas – Etapa 14
Hornillos del Camino → San Bol (opcional) → Hontanas → Ruinas de San Antón → Castrojeriz
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